Un nuevo siglo, un nuevo milenio se está abriendo en la luz de Cristo. Pero no todos pueden ver esa luz. Nuestra es la tarea, maravillosa y exigente, de volvernos su reflejo… Éste es un trabajo desalentador si nosotros consideramos nuestra debilidad humana que tan a menudo nos opaca y nos llena de sombras. Pero es una tarea que podemos lograr si nos volvemos a la luz de Cristo y nos abrimos a la gracia que nos hace una nueva creación. (Novo Millennio Ineunte, 54).
Con estas palabras Juan Pablo II nos animó como cristianos, al principio del nuevo milenio, ante la apatía extendida y el olvido de Dios entre los hombres, para no ceder en la tarea de la nueva evangelización. El curso Alpha se ve comprometido exactamente con esta tarea.
Parroquianos que sienten que su fe se ha renovado invitan a amigos y conocidos a una discusión extensa sobre la fe. Ellos han encontrado el valor para hablar a otros a su alrededor sobre su fe y conseguir entusiasmarlos.
El Curso ALPHA que proviene originalmente de un fondo anglicano también son oportunidades de fortalecer la unión ecuménica entre cristianos y una proclamación conjunta de la fe en Cristo, en el mundo de hoy.Para la conferencia que está teniendo lugar en Stuttgart durante estos días yo deseo a todos los participantes el valor y el fervor del Espíritu Santo de Dios que se ha prometido de nuevo a nosotros en el Pentecostés, para fortalecer a sus seguidores en la fe y llamarlos nuevamente a ser testigos para Cristo en nuestro mundo.
Con los mejores deseos y bendiciones
Walter Cardenal Kasper
Presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos.
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